Un sutil pensamiento llega y se posa entre mis labios, mis ojos y hasta el dintel azul del sur de mi cuerpo, como seda entre las manos es un halo de letras que se viste de un profundo anhelo, de ese secreto deseo de hacer algún brebaje mágico donde dos cuerpos con todo y sus almas viajan en paralelo y se disfrutan a miradas, a voces, a versos, a prosas y a inquietantes deseos, y después de un tanto de muchas mañanas rozando atardeceres y lunas y cielos y estrellas e incógnitas a veces con mas frecuencia que cada siete, diez o treinta horas , se hablan con una mudez sublime como un guiño tierno y luminoso y mueven las líneas y se encuentran en algún vértice y convergen las manos hambrientas de de deshojar margarita y estremecer crisantemos y se dejan llenar y logran ser, sentir y arrumban temores y acurrucan sus labios ansiosos y sedientos en el borde de un beso, entonces las miradas se vacían de todos los silencios que guardan un vibrante y secreto te quiero y entonces, solo entonces reposa el cuerpo, el alma en esta utopía maravillosa de querer mucho, de sentirse en el vórtice de un destiempo, de regalarse una , dos o mil letras para decir somos magia de pensamiento queriendo, queriendo, queriendo…