En un pequeño tronco de un pantano
se posó una gaviota a descansar.
Miraba a la distancia y nada divisaba
y decidió mirar, que había a su alrrededor.
¡De pronto! fijó a su lado la mirada
y pudo percatarse, de algo que no podía creer,
era una flor, nacida en el pantano
que al verla, se quedó observandola
y un poco altanera la gaviota preguntó:
¿Cómo siendo tú, tan bella y tan fragante
escogiste este lugar para crecer?
Fíjate en mí...en lo grandioso de mi vuelo,
que para contemplarme,
alzan su mirada al cielo,
como si me fueran a implorar.
La flor, al ver su actitud y su arrogancia
humildemente, la miró y le contestó:
No siempre en la gradeza está lo bello.
Aunque el mundo es vanidoso y eso cree.
Pero a veces, en las cosa simples de la vida,
hay también cosas hermosas
que si aprendes a mirarlas con el alma,
podrás ver, todo lo bello que poseen