Poblaste mi noche
en el umbral del deseo.
Floreces a escondidas
como un mal pensamiento.
Eres la única flor
que la noche no marchita.
Tu ausencia dinamita
los cimientos del corazón.
Eres como el agua,
o como el viento
que no lo retiene la mano.
Sin embargo,
no te pierdo aunque no te tengo,
te siento aunque siempre estás en fuga.
Más allá de todo,
aun del mundo
eres mi rosa nocturna.