Siento el aleteo de caducas mariposas en cada una de tus caricias,
mi deseo de atraparlas plasmando su imagen tras un cristal,
se desvanece cuando me regalan,
insinuando suavemente su presencia al acercarse a mis oidos
caricias que yo misma envío a mis mejillas
con la lluvia de mis ojos,
y...
dejo que viajen deseando que su último aleteo sea para mi.