El dolor erecto en su tormento
codicia el núbil botón del miedo
voces esponjadas en orquídeas
impúberes son espadas níveas.
No hay susurros en seda joyante
ni ave irisada que a la vida cante
no soy heroína soy huidiza monja
mártir al que ningún afán antoja.
Entumido lo fecundo no asciende
me esfumo entre la piedra inerte
esquiva al púgil que todo lo vence
luciérnaga en eclipses impaciente.
Desnuda sin festones en mi altar
presumo la muerte en pedernal
cual yedra que todo lo circunda,
urdimbre de redes, tremebunda.
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Propiedad intelectual Lucero Moscoso