Toco tu soledad,
aquella que duerme en mis brazos,
la saco de su mustia
para ungir tu corazón con menta.
Mojo tus labios con el agua de mi anillo,
recorriendo la linea de tus belfos,
hasta dejarte en mi orilla;
sagrado es el cordón que me une a ti.
Es una unión de hebras entrelazadas,
resbalando por los tejidos con rasguños y caricias;
mueren...,
agonizan;
nacen en cada beso,
se reciclan en esta eternidad.
Merche DemBar
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