Se compadece el cielo
de mi dolor con su llanto,
y es que ha vuelto a llover
en mi pequeña alma.
Me acompaña tu soledad
en el fondo del corazón,
de donde el sol se fue
para no volver jamás.
Ya mis ojos no quieren ver,
pues llenos de nubes están;
ni respiran mis pulmones
que apagaron las velas del camino.
Tropiezo, me caigo,y me vuelvo a levantar;
pero se me derrumba la vida
como se derrumba el mundo.