orlandor

LAMENTO

Poeta,

quiero sembrar aliento

y esperanza de salvación,

en donde el bosque angustiado

pide auxilio,

cuando de lejos escucha

el rugir de la sierra asesina

que trae muerte y desolación.

 

El golpe del hacha anuncia

la presencia del depredador,

y entre golpe y golpe el transito

de la vida a la muerte.

 

El venado angustiado,

acoge a su cría, corre,

buscando protección y ayuda,

mientras las aves espantadas vuelan hacia

un horizonte que nunca encontrarán.

 

El aullido de las bestias se incrementa,

informando el paso del hombre exterminador,

que al son de su fuerza mata el aliento

de una vida que no volverá.

 

Las abejas guerreras,

luchan por ganar la última batalla,

el ruiseñor anuncia

con su canto desgargante,

al intruso devorador

 

Corre la rata, corre el conejo

el zopilote deja su presa, asustado,

el majestuoso y soberbio sol

dador de vida

se vuelve homicida,

sediento de sangre

deja caer sus puñales devastadores,

dejando al riachuelo convertirse

en un lecho reseco, sin vida, ni valor.

 

Como contemplo su desgracia,

mis labios invocan, socorro,

proponen humanizar corazones,

mientras el malvado se gloria

de su ambición

 

El codicioso se esconde

en el momento del aprieto,

enreda, intriga, calumnia,

y es amigo de la corrupción.

 

¿De qué sirve la declaración universal?,

de qué sirve ser reserva protegida?,

si su insolencia, oprime,

vale más su dinero

que el gemido del infeliz

que agoniza y espera su destino.

 

La frontera agrícola crece más,

la savia se derrama,

cada día hay avidez y melancolía,

solo queda esperar…….

el socorro que nunca llegará.

 

A ti no te gustan las 5 de la tarde, viejo amigo,

yo las amo,

es el fin del jornal, del tiempo desgarrador

el descanso, el momento de la calma,

el instante en que la floresta, discute su destino

el momento de gritar,

¡sálvame!

 

Y de esperar ….. una aurora insurrecta,

que entre tragedias, trae una ilusión.