Erase una vez un niño que vivia con su hermana, y su abuela, el niño tenia por costumbre jugar alegremente, con su gatito,y era feliz, y reía ,un triste dia sin querer el niño fue algo brusco con su tierno, y delicado gatito rompió a llorar el niño , pues sin querer había matado su gato.
El niño lloro, lloro sin consuelo, con sus ojitos que no podia ver, por las lagrimas y lo tomo entre sus manos, y lo enterro sin que nadie lo viera, eso era lo que el creia.
Veamos que paso luego.....
La abuela.
La abuela:pedrita,pedrita ,vaya ala farmacia y me compra las pastillas para este fuerte resfrio
La niña sale corriendo al encuentro de su hermanito y le dice : ve tu, ala farmacia hacer el mandado ala abuela yo no puedo; luisito que asi se llamaba el niño le contesto; anda tu ati fue que mando la abuela.
La niña dice : si no vas le digo ala abuela que tu matastes el gatito, el nino la ve sorprendido por lo que le dijo su hermana y decidio hacer el mandado y dijo esta bien ire.......
La abuela .
Pedrita,Pedrita, vaya al mercado , y me compra unas hortalizas, vaya que es para el almuerzo.
La niña.
La niña nuevamente le dice asu hermano ve tu yo no puedo el niño le dice te mandaron ati ella se voltea y le dice si no vas le cuento ala abuela el niño dice asu hermana esta bien ire ya estaba azul verde morado porque su hermana ves, tras ves , los mandados que ella tenia que hacer lo mandaba que el hiciera y toma una resolucion
(Deduccion.)
El niño.
Abuela,Abuela tengo que decirte algo, jugando y sin querer yo mate al garito, y lo enterré con mis manos, sin que nadie me viera pero mi hermana me vio
La abuela.
Yo también te vi y solo esperaba que tu mismo me lo dijeras ¿sabes hijo?-sabes que tengo que diciplinante; no estés dolido tu conciencia así se manifiesta, tu arrepentimiento debe ir al lado de no volverlo hacer sea bueno, sea malo, cuenta todo ; con paciencia ,y disciplina yo siempre te escuchare.
Dios que esta en el cielo te perdona; pero no lo vuelva hacer que aunque creemos que nadie nos mira debemos contar bueno, o malo Dios es un padre bueno el nos sabe escuchar.
autor: miriam quintana