Ojos Preciosos,
iluminados por el encanto de tu inocencia.
Tu carita de luna, expresiva, juguetona,
siempre interpretando tus sueños de princesa.
Yo recuerdo con tanto asombro
recibí el milagro de tu vida.
Y sabía desde antes que tu presencia
traería magia a mi corazón entristecido.
Hoy cuando te tomé en brazos
y te acurrucastes , sentí cuánto me necesitabas …
Mi yo ausente, me paso la cuenta.-
(para mi hija Catalina )