Desde mi juventud, te conozco
Pero mi corazón se apartó de tí.
Vivía debajo del poder to tinieblas,
Hasta Jesús vino para salvarme.
Su voz es muy dulce y amable,
Él me invitó a disfrutar su amor.
Entregué todo y la paz es mía,
Para siempre su gracia se queda.
Jesús, mi corazón es para tí…
Aunque la tempestad sigue viniendo,
Mi fe está firme siempre en tu palabra.
No quiero ser encandenado por mi deseo,
Mas bien sólo por tu santa voluntad.
Usame, Oh Señor como tu siervo fiel.