Sentado en mi biblioteca caigo en la ensoñación,
desnudo, en el centro, viendo tanta inspiración,
los libros se mueven y de un Joyce sale una O,
la miro en el aire, ¿donde ira? ¿su destino sere yo?.
La redonda flota en el aire, viene ligera hacia mi,
hace giros y piruetas cual acróbata saltarín,
me reta, me roza, se insinua en sus contoneos,
es preciosa, circular, juguetona, crece mi deseo...
Por fin me rodea e inicia un sensual abrazo,
que extiende a todo mi ser de un firme plumazo
quedo exhausto ante ese dulce contacto ¿que hacer?
y mi cuerpo responde..., sentir con mayúsculas PLACER.