Mi interior se estremece,
con cada palabra,
con cada sonido emanado de tu voz....
dejo humedecer mi cuerpo,
no me resisto.....
complacida me entrego,
a tus manos fuerte y suaves,
que conocen cada secreto de mi piel....
a tus brazos,
que me envuelven y
protejen, del aire y del frío....
a tus labios,
exploradores de terrenos y distancias...
A tu lengua,
cómplice de mi deseo,
cumpliendo telepáticamente
los mandatos de mi corazón
para satisfacer el erotismo.
Y me entrego,
no me resisto.
Y te entregas sin resistencia,
a mis manos,
que te buscan dónde tú quieres,
sin decirlo....
a mis labios,
que acarician sutilmente tu cuerpo...
a mi lengua,
que recorre distancias de tu geografía
sintiendo cada lugar como
la primera vez.
Mis brazos no te sueltan,
enredados en tí
buscan más.
Los ojos aprendieron a mirar,
ese rocío de estrellas que se desprende
de nuestra pasión,
ese vuelo alto y magestuoso
acompañado de sonidos y aromas.
Un encuentro mágico,
en un bosque milenario,
lo plateado de la luna,
el calor de las brasas,
la intensidad del encuentro
que perdura,
aún cuando,
nosotros,
amor,
no estemos en ese lecho.
gra