Hoy he leído, que cosa extraña
un manojo de viejos versos
que te escribí hace algún tiempo,
sólo que ya ni recordaba…
con ellos te demostraba
que un amor floreciente
era la estrella naciente
en un cielo de esperanzas
iluminado por emociones tantas,
brillaba con destellos refulgentes.
“Eres la pluma que se inspira
eres la energía que se desborda
eres el ser que cuando suspira
muestra su pasión profunda y honda.
Eres la sensualidad en persona
eres el deseo a flor de piel
y eres el verso que se asoma
y deja su sonrisa en el papel.”
Viejos versos que historia cuentan
que encierran momentos ya vividos
al leerlos tu aroma me despierta
como la tierra, cuando ha llovido…
Esos versos quizás en el olvido
como el ave Fénix han de renacer,
los leo y me digo: ¡No puede ser
que yo mismo los haya escrito!
La memoria es frágil, me lo repito:
¡Menos mal que el papel es fiel!
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