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El sol calcinaba dolor haciendo
de cualquier sombra, un paraíso,
los pasos se sentían mas pesados,
marginados por calor enfermizo
aunque existía, lejano pero cierto,
rumor de antiguo paraje ignorado
donde nacía agua de toque activo;
su manantial de vida era del fuego
un espejo, lugar en que había frío,
opuesto perfecto de no sufrir tanto
-eran unidos pero Natura no quiso-;
cierto día, se sensibilizó el Tiempo
al ver como se palidecía mi camino,
fue cuando decidió (Natura al lado),
resolviendo hacer de aquel espejo
(mito pagano) alma de ser divino,
la mujer que siempre había soñado;
en ese momento se cambió destino
y mis pasos de hambriento desierto
descansaron al final en su regazo.
Vito Angeli