Entre las cuerdas de mi lira
juguetean notas armoniosas,
tus labios húmedos suspiran,
en tus caricias gloriosas.
Miradas de fuego ardiente,
hacen resplandecer el alma mía.
cruzando el largo horizonte,
hace que mi pecho sonría.
En tus pupilas me veo,
y siento todo su ardor,
un beso es un trofeo,
de lo grande de tu amor.
Fresca y dulce como una flor,
seré tu colibrí,
en busca de tu dulzor,
buscando llegar a ti.
Por: Manuel Palacios