Miré tus ojos por vez primera
dama que provocó Poesía,
porque un corazón estremecía
y se sintió lo que era.
Era amor… de primavera,
verano, otoño o invierno;
de toda época, era tierno,
fuerte, marcado y reflejaba
de por sí esa llama que flameaba,
como el sol; pero era interno.
Tus pupilas… son mi infierno,
pues me llevan a imaginar
que lejos mi condenar
mientras no te bese, es eterno.
Créeme que a veces inverno
soñando un amor que mece
la sinergia que hace que crece
e ignora la imposición,
pues cuando manda el corazón
razón hay, pero no obedece.
Amor que me enloquece
y cuando quiere juega conmigo,
quiero ser más que tu amigo,
tu amor y el que tu amor merece;
sino sintiera esto dijese
solo que tu me gustabas,
pero al verte ese día dejabas
los latidos tan acelerados,
sin medida y descontrolados
como huracán indetenible,
yo! – no lo creía posible
y el alma dijo: estamos enamorados.
Agua de sed hoy me parece,
la bebo y mi sed que se despierta.
Agua: no dejes mi sed abierta
de un amor que me enloquece…
Alviz Neleb
Enero 26 de 2012
6:31 a.m. - Jueves