FALSEDAD Y LLANTO
&
Se enriquece el hombre,
en la santidad,
más allá de sí mismo.
No es imagen de piedra
o vaho de incienso:
es entrega a la plenitud del sentido,
nunca la certeza
ni la convicción:
Sólo duda y humildad.
&
Simplicidad de la sencillez,
la copa de arcilla
adorna el templo
del pueblo.
No el fulgor del atavío pagano,
ni la oración en el oro del cáliz
en falsa ofrenda a lo oculto.
&
El salvaje vacío de lo vano
o la falsa pobreza proclamada
hallarán la miseria y el abismo.
&
Una queja
por la falsa convicción
y el sacrificio
del mártir postizo,
pues si los ángeles lo lloran
será la infamia el trofeo
por aquellas promesas incumplidas.
&
¡No más certezas!
Ciego andará el hombre
mientras no detenga el paso
y rece una plegaria
en la consciencia.
&
Te queda
el llanto, el sueño
en la noche de murmullos.
¡Clama a la tierra,
a la luz matinal,
sumerge el cuerpo
en el arenal marino,
lejos de la mísera espera
de la gloria!
Alejo Urdaneta