MEFISTOEL

OSCURA SOLEDAD


Y los ojos se le oscurecieron,
Eran gotas negras de un mismo tono,
Postrada ante el vacio veía desangrar su vida,
Las heridas no le causaban el dolor,
Era el dolor su estigma entre el silencio.



El torrente de silencio acariciaba su pelo rojizo,
Era ver encenderse tras el sol marchito,
Su mirada se perdía entre la gente,
Buscaba la libertad entre sus dientes,
Oscura era su atadura, y las cadenas se desprendían.



La melodía de su eco era el repique del silencio,
Era la lluvia ahogada en su mirada,
Cuando sus manos eran trozos de leña seca,
Y en su frente marcaba la señal de su soledad.



El suelo de sus pies era el hielo de su alma,
Su corazón eran pedazos rocas caídas,
Su voz la desquebrajaba el viento,
En su tiempo todo se perdía.



Lleva su espada infundada,
Con la más pura sangre derramada,
Era la dama del infierno,
La que fragmentaba su alma en el fuego.



Eran suicidas sus pensamientos,
La que vuela a lo lejos,
Era su destino un oscuro camino,
Lleva en sus manos  el vacio de sus pensamientos.