Yo hablo demasiado,
En estos últimos días me di cuenta que hablo demasiado,
Mis palabras fluyen sin cesar, como río desbordado
Quizá disimulo con ellas
Que estoy viviendo como rosa en el desierto
Quizá, no quiero que conozcan cual razones me consumen.
Sí, hablo del tiempo que es lluvioso,
O de pronto que es verano,
Que el cielo se ha tornado de azabache,
O vestido de purpura a cambiado.
Hablo, de pronto que mis manos
Están frías y comunes,
No asemejan la tersura de otros años.
Hablo, hablo de mi misma,
Del sol que perenne se incorpora día tras día en mi ventana.
Hablo muchas veces sin sentido, que las formas se sumergen
Entre ríos nocherniegos,
La luna, la luna ha sido testigo silente
De mis horas de eterno soliloquio,
Pero hoy, no quiero hablar,
Silencio mis palabras, para escuchar,
Que tú en el silencio has demandado mi callar.
Miro el monólogo que has escrito en las estrellas,
Leo y suspiro:” ESCRITO ESTÁ”,
Que tu palabra es viva y eficaz.
Respiro, … … con mi corazón paralizado, cierro mis ojos
Y siento que tu mirada fresca
Acaricia mi substancia, como puedo hablar?
Que podría decir?...nada, nada…
Solo callo y escucho a tu mirada.