Tiempo cuajado
Entre telas, formada en sillón,
el polvo trasnochó la amargura
que jamás se oyó, mientras
afuera llueve sin razón, tus
pies buscan el pecho que tengo
yo, heridas rotas, tiempo
cuajado en un vaso de aromas
soñolientos bajo el techo que
se olvidó mojar mis esperanzas
de nubes equivocadas, ni aun
así, era escatimada aquel
laberinto de archivos y
memorias tristes que son
alimentos para el moho verdor,
burlándose entre los archivos
de polillas soberbias
pisoteando mi fe.
¡Y, todo mi amor…!
El olor a mudo viejo, que no
aprendió a deletrear, el afán de
tus besos secos, como sello
registrado para mi tiempo
cuajado. ¿Qué digo?
¿Por qué lo digo?
Si soy un vaso roto, sin valor
para tus ojos; sangre hirviendo
techos de arenas perdidas
entre las arenas de aquel hogar
subterráneo de gusanos,
bailando por mis llantos, como
si fuera una canción de amor
para sus pies sin botas que no
van a mi compás; ni aun así
será imprescindible las letras
de húmedas esperanzas, de
que más tarde, tal vez, pueda
ya desaparecer, cuando vengas
a este atardecer, dónde el
tiempo se cuajó por verte
desparecer; no abras entonces
las memorias de mi ser.
Autor: José Monnin elpoeta
Del libro: Tu poema entre las sombras
del mismo autor.
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