Vivir hasta el día final
pero antes, haberte conocido
protección para el alma ha sido,
calma y fuerza pasional.
La magia, lo sensacional,
viaje único, inolvidable;
de la envidia lo envidiable,
la emoción de las emociones,
de la vida el existir,
la unión del no dividir
y del corazón, las pulsaciones.
Una acción, mil reacciones
en lo real del destino,
marca del certero atino
por la saeta inevitable
que en trayectoria irrevocable
hiere de amor, inimaginable... y divino…
Alviz Neleb
Enero 27 de 2012
5:37 a.m. - Viernes