Fresco aroma de menta con canela,
recorre suavemente los sentidos.
En el fondo dos cuerpos y una vela,
en silencio los miran conmovidos.
Dos gotitas de luna enamorada,
salpicaron las dos copas de vino.
Una rosa se inclina sonrojada,
los espía en el fondo del camino.
Serenatas de amor cantan chicharras,
entonando sus más hermosos ritmos.
Fresca brisa se cuela entre las parras,
con su paso estremece los racimos.
Hojas secas corriendo en desbandada,
remolinos crujientes, empolvados.
Hábilmente danzando en borbotada,
colorean dibujos platinados
En la mesa mueren dos velas rojas,
trepidando en vaivenes agotados.
De sus flamas titilan las congojas,
sus brillos extinguieron apagados.
Mas la noche discreta en su derroche,
prueba el vino de los enamorados,
y a la luna se entrega sin reproche,
destellado en las copas, sus dorados.
En la lumbre difusa de la vela,
los amantes suspiran abrazados.
bosquejando silueta cual estela,
centella la pared de artesonados.
Como sombra se funde el sentimiento,
por la luz de penumbra encadenados.
De insondable belleza aquel momento,
los sentidos estallan abrumados.