han-jael

pecado o no

Esas calles, son testigos,

la luna y las farolas,

de los besos que me diste,

de los abrazos que nos dimos.

Si fue pecado o no,

que Dios nos lo perdone.

 

No fuimos peores

ni ellos los mejores,

fue la envidia la que nos destruyó,

ellos no sabían que el amor

no tiene límites ni condiciones,

o fuimos débiles, quizá.

No importa, que mas explicación se le podría dar

a esto que paso,

a lo mejor fuimos nosotros

que no supimos

como alimentar nuestra relación,

o tú fingiste el interés

o yo confundí el amor con la pasión,

pero jamás lo podré olvidar,

pecado o no,

me hace suspirar

cuando tu nombre suelo recordar,

pues el recuerdo me transporta

a esas calles bajo la luna,

en donde bajo las farolas

me dabas los besos más salvajes

y los abrazos más ardientes,

pero hoy las calles son tan solas,

la luna es tan fría,

hoy yacen apagadas las farolas.