En mis brazos te tuve,
sin dejar de contemplar
tu belleza diminuta
que se me acababa de dar.
Uno a uno de tus rasgos
memorizó mi corazón
quedándose ahí guardados
con infinita emoción.
Transcurrieron los dias
y tu cada vez mas bello
aprendiste a decir que me querías,
y yo más felíz por ello.
Tus primeros pasos me diste
con gran temor al empezar
y muy pronto perdiste
el temor a tropezar.
Orgullosa de tenerte
a dios gracias le di
como ahora le suplico
que siempre cuide de ti.
Eres Creación divina
producto de un gran amor
que con ansias esperamos
despues de un gran dolor.
Tu llegada iluminó esa parte
llena de angustia y pesar,
Dios con tus sonrisas quiso
mis pérdidas angelicales compensar.