Con el vientre cual capullo,
florecerá el milagro divino,
te harás hombre en el mañana,
más hoy, eres mi niño.
Te acaricio desde afuera,
y planeo tu infancia,
mientras tú, con inocencia,
entre pataditas me abrazas.
y te siento tan pequeño,
que no logro comprender,
como guardas todo un mundo,
de cariño antes de nacer.