Hoy deseo que sepas que te pienso.
Y en mis pensamientos te siento tan adentro
Que mi alma se abraza a tu silueta etérea,
En un abrazo eterno;
tan eterno como el cielo y la tierra,
Como la mar y las estrellas...
Como la yedra a la pared unida,
Como la sangre a mi vida,
Como el marino lecho a la rosa coralina,
Así mi vida, por la tuya embebida,
se aglutina y se solidifica en la Peña Eterna,
Donde nuestro edén se cimienta
Y su idilio nos alienta a vivir imbricados;
Como pétalos, a su cáliz engranados.