El perro abandonado...
Por calles solitario con su pena,
gacha la cabeza, hocico husmeando,
el rabo entre las patas, condenando
sobre su fiel servicio la cadena.
Advirtiendo su torpe y cruel cadena
lo llamo, triste quedose mirando;
con un trozo de pan que le voy dando
de amor y gratitud su cara llena.
Un perro vagabundo, abandonado,
aullidos de nostalgia lastimera
grita añorando al amo encariñado;
fiel amor de nobleza tan sincera
volver quisiera con ese malvado,
a pesar de la mala acción rastrera.
Poemas de Camilo*
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