Horacio Páramo

El manto nocturno de mi cama

Las estrellas juegan a coquetear

a esos solitarios que andan por las calles

besando a la mujer que prometen tener.

 

La luna les sonríe

con esos labios blancos

que nadie alcanza.

 

¿Qué hacen los enamorados solitarios despiertos

después de tantos pasos que ha dado la noche?

Se dice que buscan el amor.

Lo buscan en sus bolsillos

y en los lugares donde hay trozos de besos.

 

Dicen no encontrar nada,

suelen rendirse porque el sol aparece

y quema esos corazones débiles

mal alimentados.

 

Entonces ansiosos esperan

a que la noche nazca más justa

y les permita encontrar el amor,

ese amor del que todos hablan

que lo han tenido al menos una vez

en sus resbalosas manos.