*BLANCOS*
Hermosa yaces, tú rosa, entre los pardos granos de arena fina
asombrando a la ola que lame el tallo cuando arrecia el viento,
es muy bella tu nívea blancura de pétalos blanco amarillentos
envolviendo de aroma la solitaria playa que moja y seca la ola.
*ROSALES*
Resaca de hermosura que yaces inmóvil en el tiempo de vivir
la belleza que mana de la espuma que moja el candor de flor,
entre el suspiro trémulo de la brisa que empuja la marea viva
agobiando a la rosa arrojada sobre la arena sin valor humano.
*MECIDOS*
Mece suave a esta flor tan atractiva y bella ola de insistencia
protege el primor con el ansia de ofrecer la pureza al viento,
que refleja un azulado firmamento sobre las placas de agua
mientras la sal de mar entra en el corazón de la rosa blanca.
*PALPITAN*
Cuando llegue la noche quieta que irradie el blancor de luna
un cangrejo se alegrará al ver la primicia del color de níveo,
engullendo con sed los pétalos mojados en marea salubre
hasta que el alba del día asome con el horizonte de bruma.
*ABATIDOS*
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
29 de enero del 2012