Hoy le digo: ·BASTA”
a ese mundo insensible,
que aturde y nos aplasta
de manera incomprensible.
Hoy tengo que decirle “Basta”
a esa realidad tan cruel,
tan arrogante y nefasta,
y amarga como la hiel.
Mi razón hoy se deslastra
de conformismo y sumisión
para gritar un gran “Basta”
a grito de entero pulmón.
Basta señores, basta
de desafiar la razón,
la paciencia se desgasta
de tanto entrar en acción.
Termino mi versación
con cinco letras exactas…
Con enérgica reiteración,
les digo, señores ¡Basta!
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