Dices que te vas mi amor,
me lo dices sin nobleza,
tus ojos reflejan brillos,
los míos mucha tristeza,
los tuyos por que te burlas,
los mios por tu bajeza.
Yo te digo con el alma,
que este mi sincero amor
es hijo de mi grandeza,
no muestres tanto rigor...
que es la venganza bajeza
indigna del vencedor.
Si ya reniegas de mi
por que tu amor terminó...
pongo por testigo a Dios
que en estas horas de duelo,
no tendras mayor consuelo
en los brazos de otro amante,
tus ojos lloraran cristales
sin que puedan consolarte.
No hay razón que te sostenga,
ni esa sonrisa burlona,
ni ese mirar duro y frío...
si quieres que te entretengan
los pasajeros amoríos,
no son ese tipo de amor
los que por ti he sentido.
No te sientas vencedora,
no sientas pena por mi...
si como te quise a ti
volveré a querer ahora,
que a mi noble corazón
el amor nunca demora.
Dichosa queda mi vida,
que de tus mieles amor...
yo fui el probador
que de tus labios robara,
y ahora si te alejaras
me quedo con lo mejor...
Ángel Reyes
El segundo verso, es muy parecido al del segundo acto
de la obra de Lopez de Vega
El perro del hortelano, me inspiré en su estilo...