No fue en sus ojos
Donde vi su memoria
Fueron sus manos
Donde encontré
viento
voces secas
calladas
lejanía
Sonares fríos
amaneceres
mordidos de reojo
sus manos tosían
al igual que hablaban...
yo
las hice de mimbre
y me las lleve conmigo
donde
me dan fuerza
algunas mañanas…