Me hubiese disgustado
amarte
a sillazos vacíos,
a escaleras de simple
plano inclinado,
sin desafíos.
Me hubbiese disgustado
vencer mi alegría
y salir de vos
cuando tus brazos
casi-me cerrados
me sonríen
y no me esquivan.
Me hubiese disgustado
no estar des-olvidada
contando siglos y pavadas,
afirmándote-me
amén
que así sea...