NO te escapes fácilmente,
no busques la mejor salida,
olvida los atajos
que te marquen sus medidas.
Omite la cobardía
y el miedo a ser sensible,
obedecer a lo que impongan
y empieza a creer en lo imposible,
sentir que vuelas verdaderamente
y no solo por acatar lo que dice tu mente,
nunca es tarde para experimentar
si lo que quieres es alimentar
la pureza de tu alma,
seguir lo que el piwque siente.
Disfruta a cien tus momentos,
esos minúsculos momentos,
que entre mas pequeños
engrandezcan mas tus sentimientos.
Disfruta a cien tus momentos,
envuélvelos en detalles,
tus pensamientos en subversión
para que ni hoy ni mañana
obliguen a que calles.