Escenario: El comedor de una casa
Protagonista: Un hijo desconsiderado y una madre no considerada.
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¿Mamá, está listo el almuerzo?
¿Me lo puedes servir?
Tengo pronto que salir
y tengo el estómago seco.
Sí hijo, perfecto
por fin lo terminé,
siéntate a la mesa
para que veas la sorpresa
de una gran gourmet.
Oh mamá dime porqué
este arroz está tan duro
y este plátano maduro
se te pasó de cocción,
la carne que decepción
sabe un poco picante
parece que te pasaste
inspirada en la pimienta
pusiste más de la cuenta
y eso a mí me revienta.
¿Porque al puré de papas
le has puesto tantas espinacas
no ves que el sabor se concentra
con inapetente gracia?
Veo que sin recetas
cocinas más atrevida
y le pusiste aceite de oliva
por encima a la ensalada
sin importarte para nada
que me disguste el sabor
de ese aceite que en ocasión
a todos nos desagrada
y dígame esa limonada
le falta azúcar y limón, .
mejor me voy a la habitación
para cambiarme la ropa
ya me compraré una sopa
con cebolla y pimentón.
Y así termina la cuestión
donde en forma aterradora
la gente critíca en forma ofensiva
sin importarle las horas
que su madre cocinando a solas
estuvo metida en la cocina.
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