No cabe duda que hasta morir cuesta
pero pienso quedarme con dos pesos en la bolsa
con mi reloj de pulso
¡sin mis anteojos claro…!
Porque postremamente veré
mi sombra
y escucharé quizás
la bocanada de aliento
-no sé si me inhumen
o me incineren-
Si fuera la primera saludaré
a mis amigos los gusanos
loando el hecho
de que se coman mis carnes
saciando su inminente hambre…
Si fuera en el segundo caso
o en el caso supuesto
(dejen mis cenizas en algún río cercano)
Para qué ir tan lejos
para qué pagar tanto
si la muerte ya cuesta
pues la última hora
que esté entre vosotros
…Dejaré por siempre vivo
mi recuerdo
como un vaso ya roto.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> Sergio Jacobo “elpoetairreverente”