Cada suspiro encerrado
desencadena una lágrima interna
que brota del alma entristecida…
y cae al abismo del olvido
en el desaliento de la añoranza.
Cada suspiro no evaporado
evoca el murmullo eterno
de la sensación inmolada…
y yace en el corazón dormido
que sueña en la desesperanza.
Cada suspiro atrapado
desactiva el misterio del encanto
que retiene la esencia callada…
y se pierde en el silencio de la nada
difuminando el momento deseado.
Cada suspiro liberado
susurra una melodía inacabada
que respira todas las emociones…
y se eleva por los poros de la vida
pleno de pasión y esperanza.