Ella solo ella, la luna puede ver las llagas,
que me hizo el sol, con sus largos amores,
sus venas, sus hermosas venas que me queman
solo ella, solo la luna me ve, tal y como soy,
solo la luna, tan estrellada, en ella misma,
tan claramente oscura, ella mi compañera en la soledad,
en la noche, en las horas interminable de ese reloj,
reloj colgado en la pared, que marca las horas sin sentidos
sentido, sentidos sin sentidos, sin horarios,
pero con llagas, llagas, oscuras que queman mi piel,
ausencia, ausencia de esa sensación de paz,
paz que no está que no se encuentra,
y otra vez, una vez más el sol quema mis llagas,
mi soledad, mi existencia recurrente, vacía
vacía de luna, vacía de horas, de lugares,
lugares, lugares vacíos de horas de luna,
ella solo ella escucha mis lamentos,
hoy solo hoy no la veo, no la siento,
la tapan esas nubes, nubes que recorren el cielo,
cielo oscuro lleno de lágrimas, lágrimas que ahogan mis venas
inútiles, tan finas, delgadas, gruesas, que llenas de llagas de sol
respiran sin respirar se oscurecen, sin amar, amar esa ausencia de horas,
dolores, dolores de alma, dolores de oscuridad, de necesidad
de luna, que llene mi alma de paz.
Luna que llene mi oído de silencio ensordecedor, que deje respirar a mis venas.