Yo te amé con pasión, y al recordarte,
me duele el corazón porque te haz ido,
aunque hoy por tu partida, estoy herido,
allá en el cielo yo he de amarte.
Delante del altar, fuimos unidos,
y prometí ante Dios, mi amor eterno,
más ahora que tu ya haz partido,
hoy dentro de mí yo te recuerdo....
y cumpliré mi promesa, allá en el cielo.
Te recuerdo mi amor, muy dulcemente,
con ésa alegria, que siempre vi en tu rostro,
tu cara juvenil, dulce y sonriente,
eternamente vivirá, entre nosotros.
Tu partida nos dejo el alma triste,
un lamento de dolor ahoga el pecho,
nada es igual desde el dia que te fuiste
y por dentro el corazon esta deshecho.
Solo Dios sabia tu destino,
y fue su voluntad llevarte al cielo,
te pedimos que nos cuides el camino,
que nos lleve al final... al Padre eterno.