Palabras fingidas, fútiles, de acucioso tono,
Vulnerables, insipientes, de escuálida presencia.
Sin prudencia, de elevada estima.
Palabras que se yerguen por encima del candor,
Desparramadas, espaciadas, que las hará calmar?
Palabras zalameras, de estridente onda,
De senda ajena, de vanagloria altiva.
Palabras de quimera, de individual desorden,
En juicios se levantan altaneras,
Propiciando hablilla, derramando escarnio.
Acaso, acallaran espacios y brotaran liviandades?
De su testa ardiente, sale el estigma de la pena
Y sin miramientos, no dan bálsamo al dolido,
Ni complaciente profecía al enlutado.
Infructuoso es tu camino de deshonra!, pero hoy te digo:
Calla lengua!, no te mandas!,
Pues filtro profundo en mi ha puesto mi autor!,
Y senda de buen juicio me ha favorecido,
Será apagado tu fuego con furor,
No saldrá de ti, ya más dolor, ni jactancia, ni bullicio.
No causarás más sufrimientos, ni inclemencia al decaído.
Hay de mi corazón!, que clama por santa probidad.
Hoy, es quitada la querella y resarcida la pureza.
En vigor has nacido nuevamente a la inocencia.
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Autora: Berenise Luna