Del cielo, de la tierra, el infierno o la gloria,
¿de dónde te conozco?
Es que yo me he paseado por todos esos sitios,
Pero no me recuerdo, dónde te he conocido.
Tal vez será, quizá, que tu rostro confundo,
Por cosas de este mundo, a alguien te me pareces;
Difícil para mí, que olvide a conocidos,
Y menos las mujeres por quien algo he sentido.
Dime mujer entonces, si tú me reconoces,
En que lugar de estos, es que hemos vivido;
O si fuiste en vida un amor pasajero,
En que dije te quiero, y el acto consumado,
Adiós, no, nos hemos visto.
Si acaso fuese el caso, así como te explico,
De más está decirte, me causa mucha pena;
Por algo te olvidé, no lograste aferrarte,
Y aquí en mi corazón, no marcaste una huella.
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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita