Amándote en el transcurrir
del tiempo y del espacio,
mas allá de mi
propia vida.
Luchadora de todos los días,
nuestros hijos
los dejas en la escuela
y tu a tu jornada
de trabajo
y como si ni fuera
suficiente cobijas
nuestro hogar.
Solitaria lucha
del amanecer al ocaso,
cuanta vida, hay en ti.
Cada paso tiene
el propósito de componer
una sinfonía de amor,
para tus hijos, para mi
y calor para tu hogar.
Tesonero esfuerzo que logra
su fruto, cuando la
recompensa es el amor
que te profesamos mujer.
La de todos los días,
la que todo lo puede,
la que amo mas allá
de la razón, la
que está a mi lado,
la que seguirá aún
sin mi, mujer de mi vida.
Reservados todos los derechos de autor:
Carlos Dos Santos Daniel