Vigoso

Olvido

Olvido

 

Hoy se me olvidó

que te olvidé,

y quise entonces devolver

los besos que te debo,

escribir el verso que te prometí

y repasar de nuevo

la lección de la vida

escrita en tu piel.

Hoy, mujer,  se me olvidó que te olvidé,

y anhelé encontrar

tu mirada más diurna,

desparramar sobre ti uno a uno los suspiros sin fin

acumulados en la alacena de mis pasiones

y caminar, bajo la lluvia, las viejas calles empedradas

cómplices silenciosas de nuestro romance.

Hoy se me olvidó que te olvidé

y pretendí romper los botones de tu camisa

para liberar los dos sublimes gorriones que allí anidan,

pero la misma vida me tocó el hombro

 y entonces,  recobré la  memoria.