Si circulan cuentos sobre mi,
de tu boca o de otra boca,
tranquilos, no me lograran enojar.
Por el contrario,
vengan y se sientan junto a mí,
que me encanta escuchar
y que me hagan sonreir,
dependiendo de la hora
nos tomamos un café
(muy tarde, me suele desvelar),
o si prefieres talvez
una o dos tazas de té,
al fín de cuentas o cuentos,
alguna razón tendrás
o alguna razón tendremos
para andar inventando cuentos,
que tu quieras contar
y yo quiera escuchar.
Si circulan cuentos sobre mí,
de tu boca o de otra boca,
que feliz sea
todo el que lo quiera escuchar.