Ayer y mañana óbolo del dios Jano,
dualidad imposible de unir y separar,
y en mitad este presente,
que llegó entre brumas vestido de Enero.
Dos caras para el mismo corazón,
dos miradas que son una,
la que dijo adiós, la que no entendió;
aquella otra que jamás preguntó.
Enero de lluvia,
que dejas frío el corazón,
que dibujas mañanas de color
regalando lilas y bergenias;
que cubres de rocío mi despertar
de brumas mi ayer,
y de esperanza… todo lo demás.
(jpellicer)