Si usted supiera mi querida ingeniera...
Que amo el sol de la mañana porque el primer rayo que rompe la noche, también trae consigo el toque de sus manos y su celestial aroma a madera.
Si usted entendiera que todo es relativo, que el espacio y el tiempo son curvos, que la vida se nos va entre jamás y ahora, cerca y lejos, nunca y siempre.
Tal vez sabría que la amo tanto como cuando la ame mucho, quizas como ahora, jamás o nunca; entendería que el sol sale para todos siempre, siempre, siempre,
y que el amor como todas las cosas, tambien es relativo.