Que privilegio transparente poder ser anónima escritora.
Buscar las calles más abundantes de gentío tempestad.
Estar en medio del huracán, sin ser advertida por el viento.
Gracias a mi aspecto volátil ligero e invisible..
..gasa de la enfermedad que cubre la pena.
Blancura a las manos susurros..
..que casi no se escuchan al respirar.
Enseguida desestimada de relevancia .
Por rostro de niñez iluminado de fragilidad.
¿Quién adivinaría lo que hay dentro de este envase corporal?
Todo lo que se crea espiritual, lo que se destruye.
Las montañas que levanto en ley de palabras.
Pero ahí estoy siempre, rodeada por la multitud del invierno.
Sin ser nunca adivinada por su blancura.
Mientras pinto su cara, sin que ella se dé cuenta.
..que le dejé a mi marcha..
..este retrato de amor..
..con esta despedida..
..al lienzo de la ausencia.