“Sevilla dio a luz
unos áureos poetas…
Hoy los recuerdas tú
al beber de sus letras”
(F.H.J.)
Oro hay en los quejíos
de saetas que a un Cristo
omnipotente los gitanos lanzan;
oro en todos los caminos;
oro, en la Maestranza;
oro, en todas las plazas
cuando suenan unas palmas…
Oro hay en la melena
de una mujer flamenca
vestida toda de lunares,
con puntillas y peineta,
y que bailando por soleares
su roja rosa entrega
a su romero cada primavera.
Oro hay en cada fachada
y también en todos los carruajes
de esa tierra sevillana;
oro, en cada florido parque
y oro, en esos ayes
que viajan por los aires
cuando de las guitarras salen…
Oro hay en la Macarena
y , ¡cómo no! en La Giralda…
Oros todos que el Guadalquivir se lleva,
cantando por el Puente de Triana,
soñando por el de la Barqueta,
para embellecer Doñana
con la más dorada arena…