Antonia Ceada Acevedo

El Centauro se perdiĆ³

Mítico  zascandil  del comento,

vanidoso en  algún verde trigal,

desestimaste el mejor momento

que la suerte te pudo dar.

Manoseaste un corazón limpio

con hambre de dibujar,

más, un retratista del Olimpo

no embadurna la realidad.

¿Por qué descompones lo perfecto

cuando un núcleo luce distinto

escondiendo la verdad con pretexto?

-Es porque te defiendes  del espejismo.

 

Dejaste de ver los desiertos,

la libertad y el templo de un Dios,

por callar con los labios abiertos

Y el sin fin de tu piel endureció.

 

Regresaras, a esas islas, olvidado

donde muere el hábito del traidor

Y en la espalda  triste y atormentado

el “centauro” que se perdió…se perdió.

 

17-9-2003

 

Antonia Ceada Acevedo